Burbuja, Burbuja, Trabajo y Problema
Mirando el cielo, pensarías que el Sol es estático,
plácido, constante. Desde la superficie terrestre, los
únicos rasgos que parecen cambiar son dónde y
cuando aparecerá el Sol: ølas nubes bloquerán hoy
sus rayos?, øAparecerá por encima del horizonte a las
6:30 AM o a las 7:30 AM?. Sin embargo, a la vez que nuestro Sol
nos envía una regular corriente de luz y calor, tiene su
propio tiempo, que es turbulento y dinámico, provocando el
equivalente cósmico de vientos, nubes, ondas,
precipitación y tormentas.
El Sol es un enorme reactor termonuclear, que fusiona
átomos de hidrógeno para formar helio y producir
temperaturas de millones de grados e intensos campos
magnéticos. Cerca de su superficie el Sol es como una
olla de agua hirviente, con burbujas de gas caliente electrificado
- en realidad son electrones y protones en un cuarto estado de la
materia conocido como plasma- circulando desde el interior hacia
la superficie y estallando hacia el espacio. La corriente regular
de partículas que fluye desde el Sol hacia el espacio se
llama viento solar.
Soplando a una velocidad que varía entre 1280000 a 800.000
de kilometros por hora, el viento solar transporta 1.000.000 de
toneladas de materia hacia el espacio cada segundo (similar a la
masa del Gran Lago Salado de Utah). Pero no es la masa o la
velocidad lo que hace potente al viento solar. En realidad no
podría ni siquiera despeinarte porque es una brisa con muy
pocas partículas (nuestro aire es millones de veces
más denso que él). Es la energía acumulada
en el plasma, y los campos magnéticos asociados con
él, los que permiten que el viento solar deforme y choque
contra el escudo magnético que la Tierra posee en el espacio
(la magnetosfera). Aunque menos del 1% del viento solar penetra la
magnetosfera, es suficiente para generar millones de amperios de
corriente eléctrica en nuestra atmósfera y causar
tormentas magnéticas ocasionales en el espacio que circunda
a la Tierra.
Si caracterizamos al viento solar como los vientos terrestres -
moderados, regulares, globales- entonces podemos decir que las
manchas y las fulguraciones solares son como relámpagos
y tornados, potentes, pero sólo sobre una pequeña
área. Las manchas solares son zonas oscuras del Sol que se
ven así porque son áreas de relativa baja temperatura
(3000ƒ Celsius) respecto del gas superficial que la circunda (6000ƒ
Celsius). Estas áreas son menos calientes porque gran parte
de su energía está atrapada en intensos campos
magnéticos cientos de veces más intensos que el
campo magnético terrestre.
Por otro lado, las fulguraciones solares aparecen como manchas
brillantes en la superficie del Sol. Las fulguraciones ocurren
cuando la energía magnética acumulada en la
atmósfera solar cercana a una mancha es repentinamente
liberada, en un estallido equivalente a 10.000.000 de erupciones
volcánicas. La Tierra puede ser embestida por radiaciones -
incluidas las ondas de radio, rayos x y rayos gamma- y por
partículas cargadas luego de una fulguración solar, a
pesar de que la mayoría de las partículas es desviada
por el campo magnético terrestre. Las fulguraciones más
potentes ocurren varias veces por año, mientras que las
más débiles son relativamente comunes, ocurriendo a
razón de una docena por día durante los períodos
de mayor actividad solar.
2: Hurac·n Sol
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