En una exposición reciente muy celebrada, el Hubble permaneció
fijo sobre el mismo punto del hemisferio norte durante 10 días,
obteniendo una imagen
nítida de los objetos demasiado débiles para ser vistos
de otra manera, la mayoría de ellos galaxias muy distantes. Fue
tan fructífera esta observación, que se dirigió recientemente
una segunda exposición de "campo profundo", de la misma duración,
hacia las cercanías del polo sur de los cielos. Produjo una colección
comparable de objetos distantes. Ahora la NASA planea una "nueva generación
de telescopios espaciales" (NGST) para ser emplazados en el punto L2 Lagrangiano.
En el campo de los UV, el Hubble fue precedido por el "International
UV Explorer" (IUV), neerlandes-norteamericano, un telescopio en órbita
sincrónica utilizado desde lejos por los astrónomos de todo
el globo, como si fuese un observatorio terrestre. El Satélite
Astronómico de Infrarrojos (IRAS) observó el cielo en
el espectro infrarrojo y fue espectacular, particularmente en su estudio
de la "radiación cósmica de fondo", liberada en el "big bang",
en el instante que, aparentemente, comenzó el universo. El IRAS
se enfriaba por medio de un contenedor de helio líquido bien aislado,
que duró meses.
Varios observatorios de rayos X han examinado y estudiado las fuentes
de rayos X del cielo, más recientemente el europeo "Rosat"
(Roentgen Satellite) bautizado con el nombre del hombre que descubrió
los rayos X un siglo antes de su lanzamiento. Una gran Instalación
Astrofísica Avanzada de Rayos X (AXAF) ha sido bautizada como
Chandra,
el apodo del distinguido astrónomo ya difunto Subrahmanyan
Chandrasekhar.
Otro observatorio europeo, el Beppo
SAX (bautizado como el físico Giuseppe "Beppo" Ochialini)
ha ayudado a localizar la primera explosión y fuente visible de
rayos X y gamma. El Observatorio de Rayos Gamma Compton observó
el comienzo de este acontecimiento y también proporcionó
la evidencia de que esos estallidos están muy distantes y, por consiguiente,
pueden representar una liberación de energía increíblemente
grande y repentina ocurrida en el comienzo del universo.
Algunos satélites se especializan en la observación del
Sol, como el japonés Yohkoh
y el SOHO de la NASA. El Yohkoh obtuvo espectaculares imágenes
de rayos X del Sol, mientras que el SOHO observó oscilaciones sutiles
del Sol al completo, "temblores solares" que nos hablan del interior invisible
del Sol. también observó "eyecciones de masa de la corona"
dirigidas hacia la Tierra, erupciones que cuando llegan, unos días
después, pueden originar una tormenta magnética.